25 indicios (sutiles) de que ella está interesada en ti. Por Luis Landeira GQ - Parte 1 de 2


  Decía el parapsicólogo Fernando Jiménez del Oso que, pese a haber estudiado ovnis, cronopios, fantasmas y todo tipo de fenómenos extraños, el mayor misterio para él seguían siendo las mujeres. 

  Y es que con ellas nunca se sabe. Parece que las tienes en el bote y, de repente, hacen ¡chas! y se van con el de al lado. O dicen “sí” pero es “no” o “no” pero es “sí”. Un lío. Para colmo, su miedo a quedar de facilonas, hace que, casi siempre, echen mano de una gran sutileza a la hora de insinuarse. ¿Resultado?

  Si atacas antes de tiempo, te puede caer hasta un bofetón. Pero si tardas demasiado, la cosa se enfría. Así que aquí tienes tras el salto la primera tanda de señales (12/25) y, la próxima vez que te encuentres solo ante una dama, sabrás si está receptiva. El resto es cosa tuya.

1. Te llama “Fulano”


  Es decir, que te llama por tu nombre de pila. No te llama por tu nombre y apellido (Fulano de Tal), ni por el diminutivo (Fulanito), ni por el mote que te han puesto tus amigos (Fulanón). Te llama Fulano porque te respeta y se gusta de ti. Y no te lo llama una sola vez, sino que lo repite hasta la saciedad a lo largo y ancho de vuestra conversación. Como tardes mucho en besarla, te va a gastar el nombre. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

2. Se sienta al borde de la silla


  Está tan pendiente de ti que adopta esta postura: como si estuviera en el cine, viendo una película que la tiene hipnotizada. Todo irá bien, siempre y cuando no se siente demasiado al borde, se caiga de culo y se rompa la magia. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

3. (Casi) no le hace caso a su móvil


  No vamos a decir que “apaga su móvil”, porque no queremos entrar en el quimérico terreno de la ciencia ficción. Pero una chica que está por ti, deja el smartphone en un discreto segundo plano. Simula trastear con él cuando la dejas sola, hace foto del plato que ha pedido y la sube a Facebook... Vamos, lo normal. Pero no contesta ni mensajes ni llamadas. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

4. Pasa de sus amigas


  Hay un grupo de Facebook que se llama 'La amistad femenina, esa gran leyenda urbana'. Y algo de eso hay: una mujer es amiguísima de sus amigas... hasta que un hombre se cruza en su camino. En ese momento, todos los juramentos, promesas, hermanamientos de sangre y demás ritos de amistad caen en el olvido. Y ella, volviendo del baño, pasa ante su grupo de amigas como si fueran invisibles. ¿La prueba de fuego? Una amiga del alma viene a decirle “nos vamos” y ella contesta: “Vale, ¿dónde vais a estar? Voy en un rato o, si eso, os llamo luego”. Eso significa: “Piérdete, pesada, que por fin he ligado y voy a pasar el resto de la noche practicando el Kamasutra con este señor”. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

5. No cruza los brazos


  En primero de Periodismo, a los plumillas en ciernes nos obligaban a leer uno de los pocos libros útiles de toda la carrera: La comunicación no verbal de Flora Davis. Ahí descubrimos que los brazos cruzados son síntoma inequívoco de rechazo. Por el contrario, si ella los descruza, se está abriendo a ti. Aprovecha y ataca, antes de que metas la pata y los vuelva a cruzar. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

6. Te mira


  Obviamente, si hablas con una individua y ella bosteza, se estira, mira la tele del bar o está pendiente de la mesa de al lado, va a ser que pasa de ti como de comer chinchetas. Pero si te mira A TI, es porque le gusta lo que ve. Y no, no hace falta que te devore con los ojos. De hecho, la mayoría de las chicas, cuando un chico les atrae, son demasiado tímidas como para mantener la mirada mucho tiempo. Así que baja la vista y te vuelve a mirar, una y otra vez. Si es blanca, su tez adquirirá un bello tono sonrosado. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

7. Se alisa el vestido

  Quiere que esté impecable, que no tenga ni una arruga... para que, al final de la noche, se lo acabes arrancando a jirones en el ascensor. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

8. Sufre constantes ataques de risa floja


  Y no porque tú seas especialmente gracioso. De hecho, eres un huevo sin sal. Pero ella, venga “ji ji ji, ja ja ja”. ¿Está loca? ¿Está ebria? ¿O tal vez alguien echó algo en su bebida? Nada de eso: está encantada contigo. Y, según un estudio de la Universidad de McMaster, el 62% de las mujeres seleccionan como pareja a un hombre que las hace reír. No en vano, la risa es un potente afrodisíaco. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

9. Pide un botellín


  Por regla general, a las mujeres no les gusta la cerveza. La mayoría, prefiere un gin-tonic, un cocktail o una copa de vino. ¿Y qué hace la chiquita que te estás intentando ligar? Pide un botellín tamaño grande, lo agarra, lo acerca a su boca, rodea la punta con sus labios... bebe... se relame... ¿Lo pillas? ¿No? Pues hasta aquí puedo leer, que esto no es Tubegalore. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

10. Aprieta y frunce los labios

  Y esto nos lleva al siguiente punto. © 'Con derecho a roce' (Will Gluck, 2011)

11. Se pinta los labios


  Aquí hay varios grados. Si se pinta los morrazos delante de tus narices, como si no existieras, no tienes nada que hacer: vuelve a la casilla de salida. Si aprovecha que te ausentas para renovar su brillo labial, tiene cierto interés en que la veas “mona”. Si, en cuanto te descuidas, reaparece con la boca roja, le agradas y mucho. Y si, cada cinco minutos, va al servicio y vuelve con una cada vez más densa capa de maquillaje, está loca por tus huesos. © GTRESONLINE

12. Está de cumple y no se separa de ti

  Para una mujer que haya superado la mayoría de edad, cumplir años es una tragedia griega. Así que, normalmente, pasa el trago emborrachándose y bailando y riendo y llorando con sus amigas. Entonces, ¿por qué lleva una hora sentada en un sofá contigo, ajena a su propia fiesta, comentando con pelos y señales el pronóstico meteorológico? © 'Con derecho a roce' (2011)

  FIN DE LA PARTE 1 (Feels like a WIN? GO PARTE 2)

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